¿Estoy en peligro? Cómo una amenaza armada puede cambiar la batalla por la custodia de sus hijos
- El bufete de abogados García-Windsor, P.C.
- 6 oct
- 5 Min. de lectura
Actualizado: hace 5 días
October 07, 2025

Imagina esta pesadilla: estás en casa con tus hijos, cuando tu expareja entra en la habitación con una pistola en la mano y lanza una amenaza velada o directa. Tu corazón late con fuerza, tu mente se acelera y tu hijo, al ver tu miedo, comienza a llorar. En ese instante, todo cambia. No es solo un momento aterrador, es un terremoto legal.
En este artículo exploramos cómo las amenazas armadas —ya sea mostrar un arma, insinuar violencia o sembrar miedo en el hogar— pueden afectar drásticamente las decisiones de custodia en Texas. Para los padres que enfrentan un divorcio, una separación o una modificación de custodia, entender cómo los tribunales interpretan las amenazas armadas, qué herramientas legales existen y qué pasos estratégicos tomar para proteger a sus hijos puede marcar la diferencia entre la seguridad y el riesgo. En GarciaWindsor, hemos visto estos casos de alto impacto en los tribunales familiares de Dallas, y estamos comprometidos en ayudarte a reaccionar con conocimiento y determinación cuando la violencia, o su amenaza, entra en tu vida familiar.
La visión legal: cómo la ley de Texas aborda las amenazas, la violencia y la custodia
La “violencia familiar” como factor determinante
En Texas, las decisiones de custodia giran en torno al principio del interés superior del menor, establecido en el Código de Familia de Texas. Cuando un padre utiliza la fuerza física o comete actos de violencia familiar, el tribunal lo considera un factor grave. Y no se limita a la violencia física: las amenazas, la intimidación, el acoso o el acecho también pueden ser considerados violencia familiar bajo la ley.
Según el Código de Familia de Texas §153.004, el juez debe considerar pruebas de fuerza física abusiva, abuso sexual o un historial o patrón de violencia familiar al tomar decisiones sobre la custodia. La ley incluso establece una presunción de que la custodia compartida no es lo mejor para el menor cuando existen pruebas creíbles de violencia familiar.
Por lo tanto, una amenaza armada —especialmente si el menor la presencia— puede considerarse violencia familiar y alterar por completo cómo el tribunal evalúa la idoneidad de cada padre.
La intersección con el derecho penal
Aunque la custodia se rige por leyes civiles, en muchos casos se cruza con el ámbito penal. Por ejemplo:
Código Penal de Texas §25.03: tipifica como delito la interferencia con la custodia de un menor, incluyendo el uso de la fuerza o la amenaza.
Código Penal de Texas §25.04: sanciona a quien induzca o persuada a un menor a abandonar la custodia legal de un padre o tutor.
Código Penal de Texas §42.07: establece que amenazar con causar daño físico o realizar actos que provoquen alarma o tormento constituye acoso.
Por tanto, una amenaza armada en el contexto de custodia puede tener consecuencias penales y, además, influir directamente en la decisión civil de custodia.
Las órdenes de protección y su influencia
Cuando existe un peligro inminente, los tribunales pueden otorgar jurisdicción de emergencia bajo el Código de Familia §152.204, emitiendo órdenes temporales de protección. Asimismo, el Capítulo 85 del Código de Familia permite solicitar órdenes de restricción o protección para salvaguardar a un niño y a un padre ante cualquier amenaza.
Una vez emitidas, estas órdenes son poderosas: pueden restringir, condicionar o suspender completamente la convivencia o las visitas hasta que el juez evalúe la situación.
Cómo las amenazas armadas transforman las disputas de custodia
1. La carga de la prueba y la evidencia creíble
No basta con alegar una amenaza: se debe presentar evidencia creíble, como reportes policiales, fotografías, registros médicos, testimonios, mensajes de texto o grabaciones. El tribunal examina la gravedad, frecuencia y actualidad del incidente, y si el menor fue testigo o víctima.
Si la evidencia demuestra una amenaza real, el tribunal puede determinar que otorgar amplios derechos o acceso al padre agresor pone en riesgo al niño.
2. Cambia la presunción de custodia compartida
En casos sin violencia, los jueces suelen favorecer la custodia compartida. Sin embargo, cuando existen amenazas armadas, el Código de Familia §153.004(b) impide otorgar custodia compartida si hay historial de violencia.
Esto puede inclinar la balanza hacia una custodia exclusiva para el padre protector, limitando o suspendiendo los derechos del agresor.
3. Visitas supervisadas o restringidas
Incluso si el padre conserva algún acceso, el tribunal puede ordenar visitas supervisadas, intercambios en lugares públicos o condiciones estrictas como la prohibición de portar armas o la supervisión obligatoria por terceros.
Si existe una orden de protección activa, el acceso puede suspenderse hasta que el tribunal determine que es seguro reanudarlo.
4. Modificación de órdenes de custodia
Si las amenazas armadas ocurren después de una orden existente, el padre afectado puede solicitar una modificación de custodia alegando cambios sustanciales en las circunstancias. El tribunal siempre prioriza el bienestar actual del menor sobre acuerdos previos.
En casos urgentes, se puede solicitar una orden de restricción temporal (TRO) o una orden de emergencia el mismo día para proteger al menor.
5. La conexión entre procesos penales y familiares
Cuando existen cargos penales por amenazas, acoso o uso indebido de armas, estos pueden servir como evidencia poderosa en el tribunal familiar. Aunque una condena penal no es estrictamente necesaria, puede reforzar la credibilidad y demostrar el riesgo existente.
Pasos prácticos frente a una amenaza armada
1. Prioriza la seguridad. Llama al 911, reúne pruebas y aléjate del peligro con tu hijo.
2. Solicita una orden de protección. Las órdenes de emergencia pueden emitirse rápidamente para restringir el contacto.
3. Presenta una modificación de custodia. Solicita la custodia exclusiva o restricciones al otro padre por motivos de seguridad.
4. Reúne evidencia sólida. Reportes policiales, fotografías, testimonios, mensajes y grabaciones fortalecen tu caso.
5. Contrata un abogado especializado. Coordina estrategias civiles y penales con asesoría profesional.
6. Pide visitas supervisadas o en lugares seguros. Asegura que cualquier interacción ocurra sin riesgo y bajo control judicial.
Contáctanos
Las amenazas armadas en casos de custodia no son solo escenas dramáticas, son factores que cambian por completo la dinámica legal y emocional de una familia. La ley de Texas prohíbe la custodia compartida cuando existen pruebas de violencia familiar y sanciona penalmente la interferencia con la custodia mediante amenazas.
Si enfrentas intimidación, violencia o amenazas de tu expareja, no estás solo. En GarciaWindsor, somos expertos en derecho familiar en Texas. Ayudamos a nuestros clientes en Dallas y todo el estado a obtener órdenes de protección, modificar acuerdos de custodia y presentar evidencia contundente que priorice la seguridad de los menores.
No esperes a que la situación empeore. Comunícate con GarciaWindsor hoy mismo para una consulta confidencial. Déjanos ser tu voz y tu defensa ante la corte. La seguridad y el futuro de tu hijo dependen de ello.